jueves, 28 de mayo de 2009

Hernán Barcos

Probablemente, en algunos años nos acordaremos de este delantero con el gesto “Por Diosss!!! Que muerto de hambre!!!”. Hernán Barcos es uno de los tantos delanteros que pasaron sin gloria pero con algo de pena por el Globo, pero que sin embargo una vez fue coreado por algunos cientos de hinchas. Así es, para aquellos que se hacen los desentendidos, fue un buen numero que lo ovacionó aquella tarde de noviembre de 2008, cuando Huracán le ganaba 3-0 a River en el Monumental en el primer tiempo (finalmente fue 3-3), en el debut de Angel Cappa como técnico del equipo.

¿Pero por qué fue ovacionado? Esa es la pregunta que varios se estarán haciendo ahora. Precisamente por un gol que convirtió, uno de los dos que clavó ese día. Más precisamente, el segundo. Y ese gol –créame amigo quemero- nos hizo emocionar a más de a uno. Fue quizá una bienvenida al mágico mundo de Cappa, un momento único que nos regaló este delantero alto, flaquito, desgarbado, con más cara de verdulero que de jugador de fútbol. Ya la semana anterior había clavado un lindo golcito de emboquillada ante Godoy Cruz, pero no se quedó conforme con eso y nos regaló semejante perlita.

Fue a los 31 minutos del primer tiempo. Barcos se sacó de encima a un defensor de River y encaró hacia el arco rival. Pero, a su ritmo lento, otro defensor lo alcanzó cuando estaba ingresando al área. A este también lo desplazó con el cuerpo. Y de repente, cuando estaba mano a mano con el arquero, pero mal perfilado para patear, ocurrió lo increíble… fabricó de la nada un sombrerito impresionante, que durante 2 segundos dejó a la tribuna muda, seca, atónita, para después –cuando la pelota encontró la red- desatar un grito de gol que se extendió durante más de un minuto.
Fue un momento irreal, único para quienes vivimos ese momento. Y allí explotaron algunos hinchas. “Olé, olé, olé Barcos, Barcos”, se escuchó claramente. Quizá no lo merecía por sus pésimas actuaciones. Pero aquel gol sí lo mereció, porque nos hizo acordar lo lindo que es el fútbol, que permite que un hombre tan limitado pueda realizar semejante obra de arte.

Sin embargo, lo cierto es que Barcos no cumplió ni antes ni después. Apenas metió 3 goles en 16 encuentros y se fue por la puerta de atrás hacia Asia. Ahora está jugando en el Shanghai Shengua de China, donde convirtió 5 tantos en 15 partidos. Y AUNQUE NO LO CREAN, SIGUIÓ CON SU COSTUMBRE DE METERLA DE EMBOQUILLADA. Acá les dejo dos goles que clavó en la liga china y presten especial atención al primero.



1 comentario:

  1. Ahora va a jugar la recopa contra Estudiantes para a Liga de Quito, es el goleador del equipo.

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