viernes, 22 de mayo de 2009

Fernando Ávalos


Publicado por Clarín el 21/05/2009.
http://www.clarin.com/diario/2009/05/21/um/m-01922654.htm

Planeta Redondo
Avalos, una historia de Ripley

Era el más criticado en el Huracán que se fue a la B en el 99. Cuando se fue, jugó en Brasil y en Europa. Hasta llegó a meter un gol en la Champions. Ahora está en el Belenenses de Portugal y busca evitar el descenso.

Fernando Avalos jugaba peor que muy mal en el insólito Huracán de la temporada 98/99. Aquel equipo, que durante la mayoría de la temporada condujo la dupla Oscar López-Oscar Cavallero, realizó una pésima campaña y descendió a pesar de contar con Daniel Montenegro, Sixto Peralta, Gastón Casas, Andrés Silvera y Lucho González. Entre sus integrantes estaba también este marcador central clase 1978, nacido en Paso de los Libres y formado futbolísticamente en Deportivo Español. Avalos disputó 29 de los 38 encuentros de esa campaña y fue protagonista involuntario de un episodio curioso y sintomático. El 19 de noviembre de 1998, previo al clásico ante San Lorenzo, en Clarín fue publicada una solicitada devastadora, que a dos hinchas hartos les costó 336 pesos de los tiempos del uno a uno: "Huracán. At. López-Cavallero. Por favor, no pongan más a Avalos (ni en el banco)".

Ya con el club preso de su segundo descenso, Avalos no volvió a lucir el Globo de Jorge Newbery en su pecho. Pero lo que siguió, considerando su rendimiento en Huracán, es cuanto menos curioso: resulta la historia de una revelación. Tras quedar libre de Español, en 1999, se sumó a Salvador, de Bahía. Duró lo que uno o dos suspiros. Ya en el verano de 2000 estuvo a prueba en el San Pablo. Cuenta la leyenda que el técnico del club paulista, Levir Culpi, lo recomendó luego de ver un video de Avalos jugando para Huracán. Sí, aunque usted no lo crea... Como el recordado programa de Ripley.

Lo que siguió fue más sorprendente aún: lo contrató Corinthians y compartió cartel con Dida, Vampeta, Freddy Rincón, Marcelinho Carioca y Luizao.

Duró poco. Enseguida comenzó su aventura europea en el Basilea, de Suiza, durante la temporada 2000/01. A fines de 2001 lo contrató Boavista, de Portugal. Y al año siguiente se dio un gusto enorme: jugó la Champions League (cuatro partidos y un gol). "¿La solicitada de los hinchas de Huracán? Ah, sí, casi me había olvidado. Pero fue una gente mandada a publicar el aviso. En Huracán yo era el criticado, no hacía nada malo y siempre me apuntaban. Pero ya pasó. Tenía 19 años, lo importante es que ahora estoy bárbaro, feliz. El otro día jugué en Munich contra el Bayern y estaban todos los monstruos. Yo siempre confié en mis condiciones. Y, quizá, algún día, llegaré a la Selección", le decía entonces a Clarín, desde Portugal.

No llegó a la Selección, pero sí continuó su recorrido. A mediados de 2003 pasó a Nacional, el club en el que se formó el último gran crack portugués, Cristiano Ronaldo. Desde entonces, con el club del archipiélago de Madeira disputó 132 partidos e hizo cuatro goles. Y se convirtió en ídolo por su entrega y por su dedicación.

Cuando parecía que comenzaba el declive, el año pasado dio otro salto: lo contrató el Duisburgo para reemplazar a Roque Junior, el experimentado y exitoso defensor brasileño. Sucedió así algo increíble, visto con los ojos de sus comienzos: el equipo de la primera división alemana quería mantener la categoría. Y para eso llamaron a Avalos. Una paradoja del tamaño de una década... El desenlace fue el mismo que en Huracán: Duisburgo descendió.

Ahora, Avalos volvió a Portugal: juega en Belenenses, con el número dos en la espalda. Como cuando era un pibe de 19 años y escuchaba silbidos desde las tribunas del Ducó. Tiene por delante una tarea difícil: para salvarse este fin de semana del descenso, su equipo debe ganar y esperar otros resultados. No será sencillo, claro. Mientras, y a pesar de todo, el pertinaz Avalos sigue dando la vuelta al mundo de la pelota.

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